Toxina botulínica para tratar
arrugas de expresión
Rostro fresco y joven en 1 sesión
Las arrugas de expresión en el tercio superior de la cara son uno de los problemas estéticos más comunes, especialmente en personas con mucha expresión facial. Estas arrugas pueden aparecer en la frente y en el puente de la nariz a una edad bastante temprana. No obstante, hoy en día se pueden suavizar con tratamientos específicos, gracias a las últimas innovaciones en tratamientos con toxina botulínica.
Dado que la formación de arrugas de expresión es el resultado del trabajo constante de la piel y los músculos, la introducción de la toxina botulínica en las zonas hiperactivas conduce a la relajación muscular y a una disminución significativa de las arrugas (e incluso a su desaparición). Al corregir esta zona con toxina botulínica, también logramos el efecto de levantar la ceja, un detalle de expresión que denota juventud y vitalidad.
Tratamiento
1 sesión cada 4 - 6 meses.
Recuperación
Inmediata
El tratamiento con toxina botulínica es muy eficaz para suavizar las arrugas de expresión en las siguientes zonas: área de la frente, área de la glabela (entre las cejas), área periorbitaria (arrugas conocidas como “patas de gallo”), nariz o “líneas de conejo”.
También ofrece grandes beneficios a la hora de prevenir la aparición de arrugas en personas con expresiones faciales muy acentuadas
Si quieres prevenir o deshacerte de las arrugas de expresión de la frente, entrecejo o la zona periorbitaria, estás en el lugar indicado. Ahora, gracias a la inyección de toxina botulínica, puedes lucir un rostro fresco y joven en 1 sesión, sin tener que pasar por un período de rehabilitación.
El tratamiento con toxinas botulínicas interrumpe la transmisión de impulsos desde la terminación nerviosa hacia el músculo, provocando así la relajación muscular.
El procedimiento consiste en hacer microinyecciones de toxina botulínica directamente en el músculo responsable de la formación de las líneas de expresión, proporcionando así un rostro más fresco y joven en un solo tratamiento.
Durante la aplicación, puedes sentir una pequeña inyección, pero después no sentirás ninguna molestia. El procedimiento es casi indoloro, dura de 20 a 30 minutos y no requiere ningún período de rehabilitación.
Después del tratamiento podrás reanudar inmediatamente tu vida diaria.
El efecto del tratamiento es muy rápido. Los músculos gradualmente se "acostumbran" a un estado estacionario y pierden el hábito de arrugar la frente. Por este motivo, el tratamiento no solo tiene un efecto curativo, sino también preventivo.
Cada año realizamos con éxito tratamientos con toxina botulínica. Las clientas pueden confiar en nuestros profesionales especializados en medicina estética. Los tratamientos con toxina botulínica son una técnica segura y ofrecen grandes resultados.